dissabte, 2 de novembre del 2024

Fidels difunts. Cementiri de Girona

 

Fidels difunts

Cementiri de Girona

2 de novembre 2023

Rm 6,3-9; Salm 22, i Lc 12,35-40


 

La muerte es siempre para nosotros algo que irrumpe en nuestras vidas, que nos causa dolor, añoranza de los seres queridos y nos crea desconcierto. Frecuentemente la vemos como una amenaza, algo que quisiéramos evitar y hacer desaparecer. Sin embargo, la muerte es algo tan presente en nuestras vidas como la misma vida. San Francisco de Asís hablaba de la hermana muerte cuando los médicos le comunicaron que esta se le acercaba. Nos cuesta familiarizarnos con la pérdida de nuestros seres queridos y también con nuestra propia muerte. La fe nos habla de que la muerte no es el final, solo el inicio de una nueva vida sin sufrimiento, sin angustias, sin temores. Es esta la vida que nos vino a traer Jesucristo que murió como cualquiera de nosotros, pero venció a la muerte y resucitó. Su resurrección marca el inicio de una nueva vida para todos nosotros.

Con este convencimiento, porqué por nuestra fe creems que hay otra vida más allá de esta que vemos y experimentamos, rezamos por nuestros difuntos. Cierto que nunca podremos evitar dolor y tristeza al recordarlos, pero nuestro dolor debe dirigirse a la esperanza; sufrimos la separación, no puede ser de otra manera, pero confiamos en el encuentro y por eso pedimos por nuestros hermanos y hermanas difuntos, para que alcancen la gloria que Dios nos ofrece.

Amb Crist la mort ja no té la darrera paraula, ens ho ha dit l’apòstol sant Pau, si morim amb Crist viurem també amb Ell. Demanem per això al Senyor que els nostres germans difunts, els nostres familiars i amics, pels quals ara sentim enyorança hagin arribat a aquelles noces de les que ha parlat l’Evangeli. Avui la mort ens fa en certa manera nosa, mirem sovint de no pensar-hi, de viure la mort dels altres amb certa pressa i fins hi tot a vegades com una excepció. Si mirem al nostre voltant, aquí mateix, ens n’adonarem de que no hi ha res tant evident com la mort. Però els qui ens han deixat no ens ha deixat pas del tot, ho sabem tots bé, ens hi sentim encara units per l’amor, el que ells ens tingueren i el que nosaltres encara els tenim.

És per l’amor que Crist volgué compartir la nostra mort i nosaltres avui, sabent que Déu ens estima, li demanem que tots els nostres fidels difunts hagin arribat allí on és Ell i participin d’aquella vida que ja no acaba, la que diem gloria eterna o participació en el Regne de Déu.

Muchos hermanos y hermanas nuestros han encontrado la muerte esta misma semana en tierras valencianas víctimas de la DANA que ha sembrado la muerte, la angustia por los desaparecidos, la destrucción y un dolor inmenso. Tengamos hoy para todos ellos un recuerdo especial y unámonos a su dolor con nuestra oración y nuestra solidaridad.

Rezar por nuestros difuntos nos mantiene en comunión con ellos. Su recuerdo debe ser también hoy para nosotros motivo de esperanza, para reencontrarnos un día de nuevo con ellos en la gloria del Padre.