diumenge, 12 d’octubre del 2025

Mare de Déu del Pilar

 


Virgen del Pilar

Fiesta

Casa Cuartel de la Guardia Civil (Girona)

12 de octubre de 2024

1Cr 15,3-4.15-16;16,1-2; Salmo 26,1.3.4.5; Hc 1,12-14 i Lc 11,27-28

«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen» respondió Jesús a aquella mujer que con una expresión harto coloquial quería alabarle, alabando a su madre. Para el Señor lo importante es escuchar y cumplir, primero escuchar lo que debemos hacer, escuchar lo que el Señor nos pide hacer y luego cumplirlo, ambas cosas van unidas. Solo escuchar no sirve de nada, solo cumplir sin saber que cumplimos tampoco. La fe sin obras es cosa muerta, la fe sin practicarla en el servicio diario no significa nada más que palabras vacías y a su vez la fe como una obediencia ciega que no conoce lo que debe hacerse es un sinsentido.

Lo que nos manda el Señor lo recodamos todos: amar a Dios con todas nuestras fuerzas y amar al prójimo como a nosotros mismos. En el fondo ambos mandamientos están unidos, se resumen, en una palabra: amar. Para cumplir los mandamientos del Señor se requiere vigor, firmeza, constancia, valor, amor i lealtad. Unas palabras que os son muy familiares ya que forman parte no ya de vuestro himno sino sobre todo de vuestra vida de servicio a la sociedad. Este servicio lo vivís en vuestro quehacer diario y forma parte intrínseca de vuestro instituto. Si lo analizamos pausadamente, dejando aparte los sinsabores que todo servicio comporta, ¿Qué puede haber de más noble, que servir a nuestros conciudadanos? Sin mirar a ninguno por encima de otro, tratándolos a todos por igual: velando, auxiliando y protegiendo, como dice vuestra carta de servicios.

La vuestra es una vocación de servicio que vivís como lo que es, una vocación. Y esta vocación la vivís como instituto formando una comunidad que tiene este común objetivo: tratar a quienes atendéis de forma considerada y digna, correcta y esmerada, imparcial y no discriminatoria. Una tarea a menudo ingrata, a veces incomprendida; pero siempre necesaria. Una tarea de servicio a la sociedad que debe vencer, como toda tarea, como todo servicio, como todo ministerio, la tentación de optar por lo quisiéramos hacer frente a lo que sabemos que debemos hacer, es decir cumplir con lo que de palabra se nos ha dicho.

Jesús sabía muy bien que decía a aquella mujer; a primera vista podía parecer un cierto desprecio a su madre; en absoluto porque su madre, la Virgen Maria, fue la primera en escucharle y la primera en cumplir la palabra de dios, des del mismo momento en que un ángel le anunció su embarazo.

María es esta mujer que escuchaba y cumplía, con vocación de madre probada hasta el extremo. Que Maria, que bajo la advocación de la Virgen del Pilar tenéis por patrona, os acompañe en todo momento y que su ejemplo nos ayude a todos a cumplir con los deberes que a cada uno se nos han encomendado. Como decía hace pocas semanas el papa León XIV, es vuestra: «responsabilidad promover y proteger, independientemente de cualquier interés particular, el bien de la comunidad, el bien común.» Que la Virgen de Pilar os ayude e ilumine en vuestra tarea.